Por Virginia Liberman.para el Blog de los ILSUCada vez falta menos para el "Primer Día de Clases".
Para muchos será un día de lágrimas de temor, de alegría, de sueños realizados, de caminos inciertos, de cambios trascendentales, de energía renovada, de expectativas.
A lo largo de este nuevo año lectivo muchos niños y niñas, conocerán a su primera maestra o maestro de la "escuelita de niños grandes" y muchos maestros conocerán a "Su primera Clase". Muchas mamás y papás recorrerán junto a sus hijos el camino hacia el término de una gran etapa y ganarán sus primeras canas debido a los efectos de la adolescencia.

Las primeras "llamadas de la maestra" porque Nico se porta mal o porque Lucas no presta atención y distrae a los compañeritos o porque Lorena se maquilla en los recreos o porque Estefanía le pegó a Jonatan, etc., etc., etc....

Cómo pasa el tiempo...cómo pasa. Si apenas ayer comenzaba el jardín y miralo ahora, todo un hombrecito y ella, ¿a que tenés enamorados a todos tus compañeros de clase? Cómo pasa el tiempo, si nada más ayer recuerdo que entraba por la puerta de aquél viejo salón y los niños me decían a coro "¡buenos días maestra!".
El día que esto suceda, ese Primer Gran Día, lo recordaremos por siempre...o quizá no.
Últimamente, estas grandes experiencias tan trascendentales para algunos, no son la gran cosa. Muchos papás y mamás no lloran de la emoción sino que miran la hora en el celular, y muchos niños le dicen a sus padres "Ya llegué!!" por medio de un sms.
Recuerdo cuando era niña, mi madre me iba a buscar algunos días a la escuela. Ese momento, ése en que mis ojos la buscaban con afán entre tanta gente, entre los empujones de los de 2° y los de la otra clase, entre los gritos de las maestras "no corran, no se golpeen!!", entre los cambios de figuritas y los campeonatos de bolitas era...no sé!!! Como si entre tantos yo fuera la única, la especial, la querida. Y ahí estaba, la única, la especial, la querida: Mi Mamá.
Hoy los tiempos han cambiado, célebre frase "cursi" y sobreusada pero real, tan real. Y yo sé que muchos me van a decir "y sí, la plata no alcanza. Y yo tengo dos trabajos!!", "Andá, qué sabrás vos de los que yo tengo que vivir día a día" y muchas cosas más. Y sí. Los tiempos han cambiado.
Trabajo con adolescentes. Los siento en el bus cuando me atropellan con las mochilas. Los oigo cuando comparten a todo volumen su cultura musical o cuando se llaman con apodos del tipo "Bo, boludo!", "No seas ladilla!", "Ay, tarada!". O cuando te dicen "Señora, siéntese!", "Permiso. No me toca el botón que no alcanzo!?", "Guarda, abrí la puerta al sr.!".
Hay que tener esperanza en ellos porque de ellos es el futuro que nosotros les estamos reservando. Y es nuestro deber no sucumbir ni a la apatía ni a la mediocridad ni a los días de lluvia. DEBEMOS saber que ellos nos necesitan tanto como nosotros a ellos.

Y las familias cambian, así como los tiempos cambian. Así los papás se van de día y vuelven de noche mientras los cuida una señora o las mamás salen a trabajar mientras papá cuida a los hermanitos o hay dos papás o dos mamás o son los abuelos o los tíos o los hermanos mayores. A los niños eso no les importa. No les importa mientras haya alguien, en algún momento, que los haga sentir únicos, especiales y queridos.
A todos los educadores que van a vivir ese Primer Gran Día, un abrazo enorme y un llamadito de atención: que la MIERDA que les pagan no evapore sus sueños porque Uds. son los que hacen la diferencia para muchos y en muchos.
A todos los padres y madres: un hijo lo tiene cualquier idiota, basta con que se combine un óvulo con un espermatozoide. La diferencia la hace la calidad y no la cantidad de tiempo que le brinden y las enseñanza con las que le muestren el camino. Y si el nene no tiene la última Play, no se preocupe, la raza humana ha sobrevivido sin problemas durante todos estos años sin una, sin embargo, no le vendría nada mal leerle un cuento o enseñarle origami o dejarlo lavar los platos de vez en cuando.
Y a nosotros, todos los hijos-alumnos: seamos más agradecidos. No es fácil ni para nuestros padres o "tutores legales" ni para nuestros maestros. Ellos hacen lo que consideran que es lo correcto, y sí, muchas veces se equivocan y los odiamos, y nos dan ganas de romper todo pero no son mala gente. Hacen todo lo que pueden dentro de sus posibilidades y lo hacen con Amor.
Sí, sí ya sé. Sé que también existen padres, madres, hijos, hijas, maestros y maestras MALOS e incluso ABOMINABLES pero no es para ellos para quienes escribí este HOMENAJE.
Salú, a todos en su Primer Gran Día!!!!!!!!!!!
Con afecto El Blog de los ILSU.