Cabalgando sin rumbo por la www., nos encontramos con este reportaje y... nos pareció que estaba lindo pa' compartirlo, che!
Omar Pereira.
"Llevado desde niño a Montevideo, el polanqueño Omar Pereira, se ha transformado con los años, en uno de principales referentes de la comunidad sorda del Uruguay, gracias a su tarea constante en pos de que el sordo “sea escuchado” en sus reclamos.
Desde el 14 de julio pasado se fundó la nueva Federación Nacional de Sordos del Uruguay, FENASUR, del cual Pereira es presidente y agrupa a la Asociación de Sordos del Uruguay, CINDE, APASU y la Asociación de Sordos de Salto, y el cometido es tener voz y voto en las grandes decisiones para toda la comunidad sorda.
Pereira,-hermano de nuestro colega José Antonio “Toño” Pereira- interprete mediante, nos cuenta que sus padres, siendo el muy chico lo trajeron a Montevideo, para que comenzara su “nueva vida” tras constatarse que tenia sordera. El no entendía mucho que era lo que pasaba pero recuerda que su adaptación a la escuela de Sordos, la única de Montevideo que aún hoy existe, le costó bastante.
Mucho más inexplicable fue que tras una semana en la que los padres lo llevaban a la escuela y lo iban a buscar a la tarde, un día tras visitar la casa de una señora, esa misma mujer lo estaba esperando para llevarlo a su casa, darle la merienda y prepararle su ropa.
No entendía pero así comenzó su inserción en un mundo del cual se fue adaptando, asumiéndolo como suyo, aunque cuenta que eso fue prácticamente tras las primeras vacaciones. Pensó que sus padres se habían arrepentido y habían decidido llevarlo de nuevo a San Gregorio. Pero pasadas las vacaciones otra vez lo mismo.
Ahí si comprendió la necesidad de compartir su vida, sus momentos con gente que también era como el.
De ahí en más comenzó un largo trayecto, se metió de lleno en el tema de los sordos, y comenzó a luchar por sus pares. Fue representante de su centro de estudios siempre, hasta llegar entre otros logros a presidente de la propia Asociación de Sordos. Hoy con más de medio siglo de vida, es un referente ineludible de la comunidad sorda.
Omar nos hace un breve repaso de cómo se gestó la Asociación, diciéndonos que “hasta 1928 no había una institución que agrupara a los sordos en Uruguay y específicamente en Montevideo; se reunían en el viejo Sorocabana Café para en lengua de señas, comentar y ver la posibilidad de crear un lugar donde reunirse. Algunos de ellos trajeron la información necesaria desde la capital argentina y ahí comienza a formarse la Asociación de Sordos del Uruguay. El objetivo era reunirse, posibilitar la búsqueda de trabajo y fundamentalmente enseñar las normativas del sordo, porque muchos que llegaban del interior no tenían ni la más remota idea como funcionaba. También se empezó con el tema de los deportes y con el, la integración con sordos de otros países”.
Herramientas para todos los sordos
Pereira entiende que en el país faltan muchas leyes para los sordos, aunque el ha superado barreras, ha logrado una estabilidad laboral, formar una familia y hasta crearse su propia empresa. Específicamente hay una ley la cual posibilita que las personas sordas puedan ingresar a un empleo público de acuerdo a un porcentaje pre establecido. Si bien sostiene que eso es algo que se está logrando, no está muy de acuerdo “porque es por concurso, no es que se le de trabajo a un sordo, es para un sordo que tiene que tener estudio y eso es mas complicado porque hay muchos sordos que no tienen nivel educativo, no tienen nivel de estudio ni siquiera para ingresar al liceo y con esos ¿que hacemos?, no tienen la chance de poder trabajar” subraya.
Igualmente dijo “hay un porcentaje de sordos que pueden ingresar en empresas privadas, pero los ponen a trabajar en negro y eso tampoco es bueno. Si un sordo tiene un problema de ese tipo, ahí si la Asociación interviene. Pero hay un caso de un lavadero que ocuparon a sordos y los tenían en negro y la empresa nunca lo legalizó, lo que determinó que los sordos hicieran la denuncia correspondiente y en ese tipo de trámites la asociación los acompañó”.
Dice que por suerte o no tanta suerte sino un trabajo de hormiga, en el que el mismo participó, hoy los sordos pueden educarse de otra forma.
En ese sentido ha cambiado la cosa, hay más preocupación por aprender. Hoy por ejemplo, hay sordos que concurren al Liceo 32, tienen un lugar donde educarse. “La esperanza de todos nosotros, los más viejos, es que los jóvenes trabajen, que salgan adelante, que estudien” concluye Omar quien es un enamorado de su pueblo y por todos lados señala con orgullo que es polanqueño."
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